Con los ojos fijos en Él
en la realidad y la fe
Comisión ecuatoriana Justicia
y Paz
carta No. 237 – 19 mayo 2024
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Cultivar los valores y
virtudes
“Hace falta volver a
sentir que nos necesitamos unos a otros, que tenemos una responsabilidad por
los demás y por el mundo, que vale la pena ser buenos y honestos. Ya hemos
tenido mucho tiempo de degradación moral, burlándonos de la ética, de la
bondad, de la fe, de la honestidad, y llegó la hora de advertir que esa alegre
superficialidad nos ha servido de poco.” Papa Francisco (LS 229).
Seguir de cerca el acontecer nacional y
mundial resulta un acto frustrante y desalentador. Corrupción, impunidad,
“metástasis” social, política y económica, desempleo, catástrofes ambientales,
racismo, violencia generalizada, entre otros males, cubren la mayor parte de
los noticieros y páginas de los informativos, especialmente, digitales.
Al redirigir nuestra mirada, nos encontramos
con otra cara de la moneda: una realidad distópica, inundada de imágenes
ficticias, juegos, aplicaciones, videos y otras pantallas que alteran la
percepción de lo que sucede a nuestro alrededor, sumergiéndonos en un espejismo
que seduce y engaña, sobre todo a los más jóvenes, quienes prefieren destinar
su tiempo a refugiarse en un mundo alterno para evadir el presente.
Por un lado, programas que se enfocan en presentar el lado oscuro de la sociedad, el que es más cercano y tangible para las víctimas de un orden que descarta y desecha a los más débiles y vulnerables -entre ellos la naturaleza-; que promueve el consumismo, el dinero fácil, las mafias, el crimen y la impunidad, especialmente en un país en el que la memoria colectiva es frágil y selectiva, quizás por el hastío y el cansancio de saber que tras las figuras visibles hay poderes que son sumamente difíciles de desenmascarar y enfrentar.
Por otro lado, una burbuja virtual que
cautiva y engendra ciudadanos hundidos en la superficialidad del
entretenimiento, un universo paralelo que paraliza y produce generaciones que
desprecian la disciplina, el esfuerzo, el compromiso y, en lugar de interesarse
en cultivarse, prefieren la monetización de su imagen para convertirse en
youtubers, influencers o cualquier nueva denominación que genere popularidad,
además de réditos altos y a corto plazo. La “mentalidad de éxito” sobrepasa la
capacidad innata del ser humano de generar pensamiento crítico y conocimiento,
olvidando que, sin ello, la humanidad no hubiese alcanzado los logros
científicos que nos permiten gozar del avance tecnológico actual en todas las
áreas.
Sin embargo, este mismo terreno áspero y
pedregoso es el terreno que elige la vida para defenderse y florecer a la luz
del Espíritu, que nos ilumina y nos llena de ánimo y fortaleza para rechazar
desde nuestro propio lugar histórico todo aquello que deshumaniza y degrada,
todo aquello que nos roba la dignidad. Como hace casi dos mil años, ante un
escenario adverso se desarrolla nuestra capacidad de liberarnos y optar por el
bien, por la esperanza, por el amor que vence todo y nos mueve a crear y
promover espacios donde todos podamos darnos la mano y reconocernos en el otro,
sabiendo que la diversidad compone los más sublimes paisajes.
Es urgente que recuperemos la profundidad de
seres senti-pensantes, que hemos caminado sobre el planeta desde hace millones
de años, permitiéndonos descubrir la belleza que se encuentra tanto en las
estrellas como en el vuelo de las aves y que, habiéndolas contemplado,
despertaron la llama en nuestro interior ante la maravilla del universo y la
naturaleza, llegando a visitar la luna y las estrellas tras construir naves que
surcan, como pájaros, la atmosfera a grandes velocidades. Somos seres en
camino.
Si cada uno de los que soñamos con un mundo
mejor asumiéramos la tarea de construirlo desde nuestro espacio (familia,
trabajo, barrio, etc.), reivindicaríamos, cultivaríamos y practicaríamos los
valores que nos distinguen como especie con conciencia y creatividad,
lograríamos cambios radicales en beneficio de los más pobres y vulnerables. La
educación, en casa y en la escuela, tiene un reto enorme: fomentar y cultivar las virtudes y el
carácter que nos faculten elegir siempre el bien, especialmente el bien común
por encima del egoísmo y la maldad para convertirlo en acciones concretas, como
una demostración de que fuimos concebidos para la bondad y el amor. “En todo
Amar y servir”. #ComuniquemosEsperanza
Con los ojos fijos en El, en la realidad y la
fe" es una publicación de la Comisión ecuatoriana Justicia y Paz,
resultado de reuniones periódicas de los miembros de la Comisión para analizar,
reflexionar y proponer alternativas, a través de estas cartas.
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