Con los ojos fijos en Él
en la realidad y la fe
Comisión ecuatoriana Justicia
y Paz
carta No. 235 – 5 mayo 2024
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Trabajo digno y justo para todos
“El trabajo es una expresión de nuestra dignidad y una contribución al bien común.
En términos espirituales, el trabajo es una manera de participar en la continua
obra divina de la creación.” (San Juan Pablo II).
“Los trabajadores deben ser empoderados y dotados de garantías y
apoyo, protegiéndolos del "juego" de la desregulación…Las normas
legales deberían estar orientadas hacia el crecimiento del empleo, el trabajo
decente y los derechos de las personas.” (Papa Francisco).
En recuerdo de la huelga que
se inició un 1 de mayo de 1886 en Chicago (USA) y que, reivindicando la jornada
de 8 horas, provocó una masacre de trabajadores y la ejecución de 8 líderes, en
1889 en París, el Congreso Obrero Socialista, proclamó el 1 de mayo como el día
del trabajo. Actualmente se conmemora en la mayoría de los países, salvo en los
Estados Unidos, Canadá y otros.
La Biblia y la doctrina
social de la iglesia hablan de la dignidad y de los derechos del trabajador
(Levítico, Deuteronomio, profetas); el Génesis nos muestra a Dios trabajando
por seis días para hacer las maravillas de la creación y descansando el séptimo;
Jesús, también humanamente es trabajador, hijo de un carpintero, destaca el
trabajo en varios pasajes como la parábola de los trabajadores de la viña
(Mateo 21, 1-16); los apóstoles como Pablo, Pedro, Santiago, son ejemplo de
trabajo y de defensa de los trabajadores: “El salario de los obreros que
segaron sus campos y que no han pagado está gritando; y los gritos de los
segadores han llegado a los oídos del Señor de los ejércitos” (Sant. 5,4). En
la doctrina social siempre se ha remarcado que el trabajo es un derecho y un
deber orientado hacia el bien común.
Fruto de fuertes luchas se
fueron aumentando las conquistas y los derechos de los trabajadores, pensando
en el descanso y el bienestar se logró la jornada semanal de 40 horas, el
derecho a vacaciones, la jubilación, la seguridad social, un salario básico,
los décimos sueldos, los fondos de reserva y cesantía; el reparto de
utilidades, la liquidación por despido o desahucio y la jubilación patronal.
Sin embargo, a raíz de la implantación de los gobiernos neoliberales no han
cesado los intentos de reducción de estos derechos y de precarización del
trabajo.
En Ecuador hay casi 40
modalidades de contratos laborales y sólo el contrato fijo e indefinido
defiende y cumple con estos derechos. El INEC señala que menos del 30% de la
población económicamente activa -PEA- tiene un trabajo digno, el 70% se
encuentra en diversas situaciones de informalidad o precariedad.
La situación es aún más
grave en el caso de las mujeres y los jóvenes. Aunque la Constitución y las
Leyes indican que las mujeres tienen derecho a igual salario por el mismo
trabajo y que se deben reconocer como trabajo las tareas de cuidado en el hogar
(art. 333 y Ley Orgánica del Derecho al Cuidado Humano) no se cumplen. Lo mismo
ocurre con el trabajo juvenil.
Con la Ley de Apoyo
Humanitario, expedida en la Pandemia del COVID 19 (16/05/2020) que modificó las
condiciones económicas de la relación laboral se provocó que más de 1.200.000
trabajadores fueran despedidos, violando los derechos a una liquidación justa.
En la pregunta E del reciente referéndum (21/05/2024) se planteaba legalizar el
trabajo fijo por horas, argumentando la generación de empleos, especialmente
para jóvenes, pero el pueblo no aprobó, lo rechazó en 69,5 %. El gobierno
anuncia nuevos intentos de reformas.
Desde una gran parte del
sector privado hace tiempo que no se genera empleo digno y desde el sector
público se reducen empleos alegando la crisis fiscal. Es el sector de la
economía popular y solidaria, el de los micro, pequeños y medianos empresarios,
el que genera casi el 70 % de trabajos, aunque una gran parte es con la
modalidad de autoempleo.
Los datos revelan que en
Ecuador la falta fuentes de trabajo es un problema estructural. ¿Qué hacer para
solucionarlo? Este es un desafío histórico que ningún gobierno ha logrado
superarlo y que demanda aunar esfuerzos para vencer el fantasma del desempleo
que ha generado pobreza, migración, violencia. Los trabajadores tienen
debilidades en sus organizaciones y deben fortalecerse para unirse y plantear y
conservar sus derechos.
Se debe revisar el actual
Código del Trabajo, no obstante, el reto sigue siendo crear fuentes de trabajo
digno, lo que significa cambiar la matriz productiva del país, comprometer al
sector privado tanto como al público, fortalecer los emprendimientos populares,
las iniciativas asociativas y comunitarias de la economía popular y solidaria,
consolidar la seguridad social, cambiar la mentalidad y recuperar la dignidad
del trabajo como elemento clave para el bien común. El trabajo es un pilar para
crear justicia y paz. #ComuniquemosEsperanza
Con los ojos fijos en El, en la realidad y la
fe" es una publicación de la Comisión ecuatoriana Justicia y Paz,
resultado de reuniones periódicas de los miembros de la Comisión para analizar,
reflexionar y proponer alternativas, a través de estas cartas.
#Ecuador, #consultapopular, #Gobierno, #violencia,
#narcotrafico, #empleo
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