Con los ojos fijos en
Él
en
la realidad y la fe
Comisión
ecuatoriana Justicia y Paz
carta No. 151– 25 de septiembre 2022
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Si
quiebra el IESS, quiebra ECUADOR
“La seguridad social es un derecho fundamental, una poderosa
herramienta para combatir la discriminación y un instrumento esencial para
reducir la pobreza y promover la inclusión social.”
ONU, con base la Declaración Universal de Derechos Humanos.
Se
confunde la Seguridad Social con el Seguro Social. Los gobiernos de turno siempre han manipulado
de manera oportunista esa aparente identidad. Sin embargo, son dos
instituciones diferentes, con objetivos distintos, aunque complementarios.
La
Seguridad Social busca el bienestar de toda la población, finalidad de
la sociedad y responsabilidad del Estado. A su vez, el Seguro Social se
creó para prever y ahorrar, y así enfrentar las complejas realidades de la
enfermedad y la vejez. Con ese fin, los
trabajadores aportan, y con el ahorro y la capitalización solidaria, acumulan
para cuando se enfermen o lleguen a ancianos y ya no trabajen. Al inicio fueron
“cajas comunes de pensiones”, que más tarde se llamaron “cajas de seguridad
social”, hoy Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social - IESS.
El
IESS debe proteger a sus afiliados, especialmente a los más pobres, los
ancianos y los enfermos, por esa razón, el Estado establece legalmente un
aporte obligatorio de los patrones y de los trabajadores; y el propio Estado,
de sus recursos, destina un fondo compensatorio como estímulo al ahorro interno
de las cajas de pensiones.
Con
los aportes recibidos, los fondos crecen geométricamente, y esto despierta la
codicia, avaricia y ambición de los politiqueros que se han aprovechado de esos
recursos acumulados: - captan los órganos directivos para tomar decisiones,
muchas fraudulentas, y casi todas ineficientes y populistas, como el aumento
desmedido de la burocracia; - mantienen una cartera vencida no cobrada; - dan
bienes en préstamos y comodatos en condiciones irrisorias; - realizan inversiones
con rendimientos mínimos; - asignan prestamos vinculados a los intereses de
amigos y coidearios; - adquieren bienes e insumos innecesarios, de baja calidad
y con sobreprecios... Se ha denunciado la existencia de verdaderas mafias al
interior del IESS y se ha dicho que cuando alguna autoridad pretende sanear la
corrupción, entorpecen su gestión hasta que renuncie y abandone el cargo.
Al
interior del IESS, se toman decisiones arbitrarias, demagógicas y populistas, y
sin sustento técnico ni financiero, desfinancian los diversos fondos, haciendo
insostenible el cumplimiento de obligaciones que aseguren la supervivencia
institucional. La quiebra se precipita cuando, a más del pésimo manejo administrativo,
el Estado no solo que no aporta los recursos, sino incluso, toma dinero ajeno,
con variados pretextos para después negar la deuda, cuyo valor no se conoce
exactamente.
Desterrar
la politiquería, el amiguismo, el clientelismo y el nepotismo es la primera
acción que debe incluir una propuesta seria de reestructuración. Provocar o
permitir la quiebra del IESS sería quebrar al país, pues los problemas
personales, familiares y sociales que se ocasionarían serían incalculables y de
tal magnitud, que el propio Estado no podría enfrentarlos.
Las
decisiones por tomarse son urgentes y tienen que ser técnicas, viables y
justas, para responder a su finalidad, esto es: ser un fondo mutual,
privado y social que desde la solidaridad busque primariamente asistir y atender
a sus miembros, oportuna y eficientemente. Para que esto sea posible, el
gobierno nacional como política de Estado tiene que privilegiar la salud y la
educación. Toda argucia que pretenda
esquivar la responsabilidad del Estado y transferir las responsabilidades que
le corresponden a otras instituciones es fraudulenta y mentirosa.
Salvar al Seguro Social exige
sacrificios, que debemos asumir todos, con medidas sistémicas que terminen con todas
las causas de la crisis institucional y aseguren soluciones definitivas a
corto, mediano y largo plazo. La
ciudadanía sabrá ponderar las ventajas y asumir los costos. Basta de
vacilaciones evasivas y discursos demagógicos, por parte de las autoridades,
que nos llevan al despeñadero. Dejar morir al IESS por politiquería, por inanición
o por golpes mortales es perverso con una gravedad de crimen de lesa
humanidad. · #ComuniquemosEsperanza
Con los ojos fijos en El, en la
realidad y la fe es una publicación de la Comisión ecuatoriana Justicia y Paz,
resultado de reuniones periódicas de los miembros de la Comisión para analizar,
reflexionar y proponer alternativas, a través de estas cartas.
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