Con los ojos fijos en Él
en la realidad y
la fe
Comisión
ecuatoriana Justicia y Paz
carta No. 147– 28 de agosto 2022
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La pandemia impulsó un cambio educativo
“…vivimos en un mundo
en donde pocas cosas parecen predecibles, donde cada día nos trae nuevas
sacudidas políticas y económicas, donde incluso nos amenazan cambios radicales
en el ambiente general porque la certidumbre se ha vuelto un valor poco
frecuente”. El fin de las certidumbres, Ilya Prigogine, Nobel de Química
1977.
Vivimos cambios significativos
y vertiginosos en la sociedad. No solo es un tiempo de cambios, sino un cambio
de tiempos; otros creen que se está produciendo una auténtica mutación en el
ser humano. Por eso, la tarea educativa
es hoy, especialmente, apasionante y compleja, se requiere mucha lucidez y
sabiduría de todos sus actores para que el sistema educativo sea una respuesta
acertada a las transformaciones dramáticas que soporta la sociedad.
La pandemia cambió
aceleradamente el accionar de la educación, no solo por la forma, sino porque
la escuela y el hogar se convirtieron en un mismo espacio. La escuela se mudó a la casa de cada estudiante.
Los problemas que
ocasionó el covid 19 y sus secuelas afectaron varios ámbitos, como en
educación y acceso a la tecnología, con consecuencias más graves en niños y
jóvenes, particularmente para los más pobres y vulnerables, inmersos en una
brecha social y digital. Vale recordar
que nadie estaba preparado para la virtualidad ni manejar la dinámica de “todos
en casa”.
Estar en casa no
siempre significó un ambiente favorable para su formación. Cuando se cierran
las oportunidades educativas, se abren otros espacios de influencia. Si los
niños y jóvenes no están en el colegio, son mucho más fáciles de reclutar, por
ejemplo, para el crimen organizado, que ha mostrado creatividad para adaptar
sus estrategias de captación, que se evidencian en el auge de la violencia en
los entornos educativos, en pueblos y ciudades.
La falta de
preparación también ha afectado a los estudiantes de preescolar y educación
general básica. Son los que más han sufrido en cuanto al aprendizaje y en su
bienestar físico y emocional. La
interacción con sus compañeros y con el docente, clave para el desarrollo de su
formación integral, se vio seriamente afectada.
La virtualidad igualmente
precarizó el desarrollo de la formación en los jóvenes de educación superior,
cuyas carreras requieren obligatoriamente de destrezas y experiencias en laboratorios
y prácticas preprofesionales en contacto directo con la realidad. Hoy requieren
una atención prioritaria para suplir esas falencias.
A puertas de iniciar un nuevo año lectivo en la Sierra
y Amazonía, vale reflexionar sobre algunos aprendizajes que nos deja la pandemia:
− La
escuela dejó de asociarse a unas instalaciones donde se produce el aprendizaje
para generar un nuevo espacio, lo que obliga a un cambio de paradigma, que nos
abre mentalmente a aceptar que la educación acontece en cualquier lugar.
− Se
mejoraron los hábitos de higiene, protección, prevención y nuestra actitud
solidaria para evitar el contagio, mantener estos hábitos y actitudes es el
desafío.
− Debemos
aprovechar los procesos de enseñanza, aprendizaje e investigación implementados
y desarrollados con el uso de las nuevas tecnologías.
− El
sistema educativo debe innovar permanentemente sus contenidos curriculares para
potenciar un cambio estructural, en base a los principios de cooperación,
colaboración, solidaridad, que forme estudiantes críticos que construyan una
ciudadanía activa y participativa en un entorno democrático.
La pandemia fue y es una magnífica oportunidad para repensar, reinventar e invertir en una innovadora propuesta educativa a nivel nacional, en la que intervengan estudiantes, docentes, padres, madres y autoridades; debe ser el comienzo de una nueva manera de ver la realidad y de actuar en estos procesos, buscando caminos pedagógicos para esta "original" manera de educar. Es hora de lanzarnos al cambio para que la educación genere y contribuya en la construcción de una nueva sociedad más humana, equitativa, justa y solidaria. Aceptemos juntos el desafío y pongámonos en camino… · #ComuniquemosEsperanza
Con los ojos fijos en El, en la realidad y la fe es una publicación de
la Comisión ecuatoriana Justicia y Paz, resultado de reuniones periódicas de
los miembros de la Comisión para analizar, reflexionar y proponer alternativas,
a través de estas cartas.
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