La CEJ&P

Es una organización sin fines de lucro dedicada a promover los derechos humanos en el Ecuador.

La Comisión Ecuatoriana de Justicia y Paz se constituye el 1º de septiembre de 1970, inspirada por la Encíclica Populorum Progressio de Paulo VI, e iluminados por los lineamientos del Motu Proprio “Iustitiam et Pacem”; su gestor fue Monseñor Cándido Rada, en ese entonces obispo de Guaranda, con un grupo de líderes de agrupaciones de inspiración cristiana comprometidos en la acción social.


Es corresponsal del Pontificio Consejo de Justicia y Paz y mantiene una estrecha vinculación con la Conferencia Episcopal Ecuatoriana, cuyo Consejo Permanente conoció los Estatutos y los aprobó, en mayo de 1986. El Gobierno ecuatoriano le concedió personería jurídica, en octubre de 1994 mediante Acuerdo 4758 del Ministerio de Gobierno y Policía.

Misión

Somos una Organización Humanista Integral y Solidaria que reúne a personas sin distingos de ninguna índole a condición de su trayectoria de compromiso con el enunciado fundamental antes indicado, y estén dispuestos a trabajar en la búsqueda del Bien Común, dignificación de la persona humana y a aportar a la construcción de una sociedad acorde con los valores evangélicos.

Visión

La Comisión Ecuatoriana de Justicia y Paz es un espacio de diálogo, reflexión y búsqueda de caminos solidarios sobre todo con los más pobres, que promueve y dinamiza un cambio profundo del Ecuador donde tengan vigencia los valores evangélicos del Reino de Dios y la dignidad de las personas sobre cualquier estructura.

Objetivo General

Construir un espacio de encuentro, discusión y dialogo sobre la realidad social y la vigencia de los principios del Evangelio y en particular de la Doctrina Social de la Iglesia, socializar sus análisis y los aportes para la comprensión, intervención y transformación de esa realidad a la luz de los principios antes enunciados.

Objetivos Específicos

• Ofrecer análisis estructurales y coyunturales de la realidad nacional hechos a la luz de la Doctrina Social de la Iglesia, que sirvan al mayor número de personas, comenzando por los agentes de pastoral de la Iglesia.
• Procurar extender el compromiso de sus miembros al mayor número posible de personas y para esto promover la organización de Núcleos de la Comisión en ciudades y poblaciones y apoyar la Red de Derechos Humanos a nivel nacional.
• Promover y robustecer una red de organizaciones de la Sociedad Civil que, conscientes de sus derechos y obligaciones ciudadanos, participen activamente en la vida política y social del país.