Con
los ojos fijos en Él
en la realidad y la fe
Comisión ecuatoriana Justicia
y Paz
carta No. 249 – 11 de agosto 2024
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Crisis Nacional: ¿Hacia dónde vamos?
“…todos los sectores políticos están llamados a transitar el
gran camino del consenso y del diálogo para generar leyes y políticas públicas
que acompañen un proceso de recuperación del entramado social…
Debemos ser prudentes con la economía: si se centra demasiado
sólo en las finanzas, en meras cifras que no tienen entidades reales detrás,
entonces la economía se pulveriza y puede conducir a una grave traición.”… “La
economía debe ser una economía social” (Papa Francisco).
El Ecuador está sumido en la
crisis más profunda del presente siglo. A una economía estancada, con un
ingreso por habitante declinante y una abultada deuda externa, se añaden los
efectos de la corrupción, de la inseguridad y de la violencia, al parecer
imparables.
La crisis económica actual
comenzó con la caída de los precios el petróleo en 2014, y se ha agravado,
entre otras causas, por el progresivo agotamiento de las reservas de crudo. Al
cabo de una década, el ingreso por habitante es el 13% más bajo que en 2014, y
las proyecciones del FMI advierten que se mantendrá en niveles similares hasta
2028.
El período petrolero en el país
está llegando a su fin y no se visualiza una transición clara a una nueva etapa
económica y social. Los gobiernos de Moreno y Lasso cubrieron sus voluminosos
déficits con endeudamiento externo, sin reducir sustancialmente el gasto
público ni los subsidios a los combustibles. Ahora, cuando las posibilidades de
nuevos endeudamientos están casi agotadas, ni siquiera el reciente acuerdo con
el FMI es suficiente, como no lo han sido el alza del IVA y la elevación del
precio de la gasolina. Hay una visión fiscalista que apunta a resolver la
liquidez del presupuesto del Estado, pero no se plantea cómo reactivar la
economía productiva o cómo crear nuevas fuentes de empleo.
El presidente Noboa, quien aspira
a su reelección, reproduce un camino conocido de medidas económicas que afectan
a los sectores medios y populares, mientras crea nuevos beneficios y subsidios
para los grupos vinculados al poder y enfrenta el difícil dilema de equilibrar
las finanzas públicas evitando cualquier ajuste que sea impopular.
La corrupción en el país ha
alcanzado niveles nunca vistos, su valor se ha estimado en alrededor de 30 mil
millones de dólares, principalmente como sobornos y sobreprecios en grandes
proyectos. Sus evidencias son contundentes, como en el caso del ex-contralor Pólit
y varios más. A esta descomposición de la institucionalidad pública se ha
añadido recientemente la violencia vinculada al narcotráfico, que en 2023
convirtió al Ecuador en el país con mayores homicidios por cada 100.000
habitantes en América Latina.
Noboa declaró el estado de guerra
interna en enero de 2024 para combatir la violencia, pero su reducción ha sido
de apenas 17% en 5 meses. La penetración del narcotráfico y la corrupción en el
poder judicial son perdurables y perturbadoras.
Las políticas de Noboa para
reducir la violencia y recuperar la transparencia e institucionalidad del
Estado han sido, por ahora, poco efectivas. ¿Estamos entonces frente al peligro
de caer en un círculo vicioso de crisis económica, corrupción institucionalizada
y violencia, con un Estado debilitado y maniatado ante el poder creciente de
carteles ilegales?
Aunque los desafíos son muy
grandes, el camino para superar la desinstitucionalización, desterrar la
violencia, mejorar la calidad del gasto, crear oportunidades de empleo para los
jóvenes, atraer inversión y buscar una transición planificada hacia una
sociedad equitativa y sustentable, que se fundamente en la justicia, la honestidad,
la riqueza cultural, la biodiversidad y la preservación de la naturaleza aún es
posible. El esfuerzo por recuperar la institucionalidad perdida es una tarea
que depende de todos.
Si Jesús expulsó a los mercaderes
del templo, quienes habían convertido la casa de oración en una cueva de
ladrones, debemos recuperar los valores humanistas profundos de su mensaje,
para establecer una sociedad basada en el amor, la solidaridad, la fraternidad
y el respeto mutuo. Seguir su ejemplo es tarea de todos.
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#ComuniquemosEsperanza
Con los
ojos fijos en El, en la realidad y la fe" es una
publicación de la Comisión ecuatoriana Justicia y Paz, resultado de reuniones
periódicas de los miembros de la Comisión para analizar, reflexionar y proponer
alternativas, a través de estas cartas.
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