Con los ojos fijos en Él
en la realidad y la fe
Comisión ecuatoriana Justicia
y Paz
carta No. 232 – 14 de abril 2024
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Polarización sin
sentido
“El diálogo, por su parte, debe ser el alma de la comunidad
internacional... Existe el riesgo de una “monadología” y de la fragmentación en
clubes que sólo admiten a los Estados considerados ideológicamente afines.
Incluso aquellos organismos, hasta ahora eficaces, centrados en el bien común y
en cuestiones técnicas, corren el riesgo de paralizarse debido a polarizaciones
ideológicas al ser instrumentalizados por algunos Estados…El camino hacia la
paz pasa por el diálogo político y social”. (Papa Francisco al Cuerpo
Diplomático acreditado en la Santa Sede, 8 de enero 2024).
Ecuador
y México establecieron relaciones diplomáticas en 1837, bilateralismo que se ha
desarrollado, desde entonces, de manera fraternal y amistosa. En la actualidad
comparten un gran problema: el narcotráfico, delito vinculado con el incremento
de la violencia y que salpica las estructuras políticas, económicas y sociales
de ambos países.
El
17 de diciembre de 2023, Jorge Glas, exvicepresidente del Ecuador, ya con una
sentencia judicial ejecutoriada, ingresa a la embajada de México en Quito. Los
primeros días de abril de 2024, el presidente Mexicano Andrés López Obrador
hace declaraciones polémicas sobre asuntos de política interna de Ecuador, tras
lo cual el gobierno del presidente Daniel Noboa declara a la Embajadora
Mexicana “persona non grata”, solicitándole abandonar el país. México responde
otorgando asilo político a Glas. Ante el supuesto riesgo inminente de fuga de
Glas, la policía y las Fuerzas Armadas ecuatorianas irrumpen, sin permiso, en
la Embajada Mexicana para detenerlo, contraviniendo el artículo 22 la
Convención de Viena de 1961 sobre la inviolabilidad de una misión diplomática.
México inmediatamente “rompe relaciones diplomáticas con Ecuador”.
Esto
acontecimiento generó reacciones diversas. La mayor parte de las naciones
apoyan a México; incluso la OEA y la Unión Europea condenan la invasión a la
embajada. Otros países mantienen una posición ambigua y unos pocos respaldan a
Ecuador, con matices. Estas reacciones se dan en un escenario político interno
que mantiene el binarismo correísmo-anticorreísmo, y a nivel internacional con
una realidad que no define si la soberanía nacional es un elemento ordenador de
las relaciones internacionales.
No
es justificable ante ninguna circunstancia la irrupción en la Embajada
mexicana, pero tampoco que dicha embajada se haya convertido en refugio de
alguien con sentencia ejecutoriada, requerido por la justicia ecuatoriana,
conforme establece la Convención de Caracas de 1954 (art. 3 y 4). Un error no
puede ser enmendado por otro error. Hay faltas compartidas por ambos
presidentes al tomar acciones unilaterales sin profundizar en el diálogo y que
desembocaron en un conflicto diplomático de connotación internacional. México
procedió mal al dar asilo a un sentenciado y la acción del Gobierno ecuatoriano
fracturó la inviolabilidad de la embajada. Reacciones viscerales que
obstruyeron cualquier posibilidad de diálogo para encontrar salidas a un
impasse que llevaba varios meses y se hace más complejo resolverlo.
La
sensatez y la mesura desaparecieron como camino para encontrar salida al
problema ya que, les asistían razones poderosas para sostener su proceder,
queriendo ambos imponerse. Ningún gobierno reconoció que podían resolver sus
diferencias sin llegar a extremos. Esta crisis ha alcanzado alta notoriedad a
nivel nacional e internacional. Procedieron al margen del marco jurídico
internacional.
Hay
límites éticos en la acción diplomática, cuyas normas y derecho deben propiciar
el diálogo y la protección de los más débiles, otorgando asilo a personas que
realmente lo necesiten, ya sea por persecución política, étnica, y/o religiosa.
Una
sede diplomática no puede ni debe convertirse en refugio de delincuentes
sentenciados y tampoco ser invadida por más argumentos que tenga un país para
hacerlo. La política internacional debería ser un componente importante del
gobierno, para que su actuar no caiga en el vaivén de los intereses
coyunturales de uno u otro sector. Se debe actuar racionalmente, asumiendo que
una situación de esta índole jamás debió suceder y para ello se requiere que
cada institución cumpla con sus competencias de manera responsable para evitar
que las ideologías nublen la objetividad y el cumplimiento cabal de la
ley. • #ComuniquemosEsperanza
Con los ojos fijos en El, en la realidad y la fe" es una
publicación de la Comisión ecuatoriana Justicia y Paz, resultado de reuniones
periódicas de los miembros de la Comisión para analizar, reflexionar y proponer
alternativas, a través de estas cartas.
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