Con los ojos fijos en Él
en la realidad y la fe
Comisión ecuatoriana Justicia
y Paz
carta No. 229 – 24 marzo 2024
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Vamos la tierra a salvar!
“…el clima es un bien
común, de todos y para todos……es un problema global con graves dimensiones
ambientales, sociales, económicas, distributivas y políticas, y plantea uno de
los principales desafíos actuales para la humanidad. Los peores impactos
probablemente recaerán en las próximas décadas sobre los países en desarrollo y
los pobres”. Papa Francisco, encíclica Laudato si.
En Semana Santa conmemoramos la muerte y resurrección de Jesús. Al
resucitar venció a la muerte. Sin embargo, muchas acciones del ser humano están
crucificando a millones de personas alrededor del mundo y a la propia
naturaleza. Ante esta realidad lacerante, no podemos mirar con indiferencia los
rostros sufridos y torturados de nuestros hermanos más pobres y necesitados. Ante la pregunta: ¿Cuándo te vimos
enfermo o en la cárcel y fuimos a verte?, Jesús responderá “En verdad les digo
que, cuando lo hicieron con alguno de los más pequeños de estos mis hermanos,
me lo hicieron a mí” (Mt. 25,39-40).
El pueblo pobre vive cotidianamente un viacrucis, ya sea por falta de
medicinas, de servicios básicos, de educación de calidad, de vías de
comunicación. Muchos de ellos son olvidados e invisibilizados por quienes
ejercen el poder. Solo les toman en cuenta en tiempo de elecciones. Ahí están
olvidados, abandonados. El peso de las cruces diarias, a veces, son
extremadamente pesadas que doblegan su espíritu y su capacidad de lucha, al
mismo tiempo que hay manifestaciones de solidaridad, fraternidad, valentía que
devuelven la esperanza y la capacidad para soñar por un mundo más justo,
inclusivo y ecuánime; ahí se manifiesta la resurrección del Señor.
Generalmente, los temas ambientales vinculados con el extractivismo
generan conflictos y enfrentamientos entre posiciones adversas y, aparentemente,
irreconciliables. Esto rompe cualquier posibilidad de diálogo e impiden llegar
a acuerdos mínimos.
Esos enfrentamientos, en determinadas épocas, se exasperan, se vuelven
violentos, salen del cauce normal y los efectos inquietan directamente a los
grupos implicados. Las zonas en conflicto se militarizan y, con la lucha social,
viene la criminalización de los dirigentes, pobladores y organizaciones
comunales que defienden su tierra y su forma de vida, basada en el respeto a la
madre-naturaleza. La paradoja: los campesinos convertidos en invasores de sus
propias tierras.
Dejar el modelo extractivista es el desafío, para ello, pueblo y
Gobierno deben trabajar en modelos de desarrollo integrales e inyectar recursos
económicos que generen alternativas para los más pobres y vulnerables, así como
para que tengan la posibilidad de vivir en un ambiente sano, que les permita
conservar y fomentar sus costumbres y conocimientos ancestrales, mejorar sus
condiciones de vida, contar con servicios básicos, salud y educación de
calidad.
¿Es posible tener un diálogo abierto que genere desarrollo, que evite
los conflictos, y divida las comunidades, que permita buscar y encontrar
salidas sin violencia? ¿Hay posibilidades de tender puentes en vez de
acrecentar abismos? Si hay leyes que protegen el ambiente y hay sentencias
judiciales que deben cumplirse a rajatabla, sin aspavientos, ninguna
institución estatal ni persona está por encima de la ley y la Constitución.
“Se ha vuelto urgente e imperioso el desarrollo de políticas para que en
los próximos años la emisión de dióxido de carbono y de otros gases altamente
contaminantes sea reducida drásticamente, por ejemplo, reemplazando la
utilización de combustibles fósiles y desarrollando fuentes de energía
renovable” (Laudato Si). En esa tarea debemos empeñarnos todos, pues
esta es la “única casa que tenemos”, empecemos ahora mismo, mañana puede ser
muy tarde “a cuidar, a cuidar, nuestra casa común”.· #ComuniquemosEsperanza
Con los ojos fijos en El, en la realidad y la
fe" es una publicación de la Comisión ecuatoriana Justicia y Paz,
resultado de reuniones periódicas de los miembros de la Comisión para analizar,
reflexionar y proponer alternativas, a través de estas cartas.
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