Con los ojos fijos en
Él
en la realidad y la fe
Comisión
ecuatoriana Justicia y Paz
carta No. 66 – 6 de febrero 2021
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Por nuestro Ecuador: votemos con
responsabilidad y sabiduría
“El futuro de la humanidad no está solo en manos de
los políticos, de los grandes líderes, de las grandes empresas. Sí, su responsabilidad es enorme. Pero el futuro está sobre todo en las manos de
las personas que reconocen al otro como un "tú" y a sí mismos como
parte de un «nosotros». Necesitamos los
unos a los otros.” (Papa Francisco, 2017).
El domingo 7 de febrero decidimos el futuro del país. El voto es determinante para escoger la mejor
y más apropiada opción para resolver los muchos problemas que nos aquejan y que
demandan urgente atención y solución. Si nos equivocamos, seremos los
responsables directos de una potencial hecatombe política, social, económica,
ética… El futuro depende de nosotros.
Votar es una responsabilidad que exige patriotismo, sabiduría, compromiso, reciprocidad, condescendencia, honestidad… al sufragar somos partícipes directos de una decisión que involucra a toda la población. Todos nos necesitamos, no somos una isla ni un ‘yo autónomo e independiente’. Al votar construimos juntos el futuro.
El país tiene
profundas heridas. Las personas y la
naturaleza son descuidadas. Los más
pobres y vulnerables son casi anulados y descartados. Ellos reclaman justicia,
trabajo, educación, salud, seguridad, movilidad... Nuestro voto debe responder
a esas demandas más allá de las ofertas demagógicas que aparecieron en la
campaña que termina.
El Ecuador cuestiona
y exige cambios profundos, urgentes e impostergables. Demanda soluciones a las
necesidades de los barrios marginales, de sectores rurales, de niños y de
jóvenes sin salud ni educación, de adultos mayores… de tantos hombres y mujeres
desempleados que pululan en busca de saciar su hambre y el de su familia. Y tras de todas esas legítimas demandas, hay
un grito potente exigiendo comportamientos honestos, esto es, que todos hagamos
un compromiso por ajustar nuestros actos a la ética.
Esta dura situación
debe cuestionarnos en lo más profundo de nuestra mente y corazón al momento de votar.
Antes y en el momento de marcar la papeleta debemos discernir y escoger a los
mejores candidatos. Es la oportunidad histórica del ejercicio de un derecho
cívico, en el que enviamos un mensaje claro, directo y potente a la clase
política y dirigente del país. Nuestro voto debe cuidar los valores y debe
conducirnos a un futuro posible, estable y con más oportunidades.
En medio de la
compleja y crítica situación de la salud y con la necesidad de superar la
pandemia, junto con la imperiosa demanda de crear fuentes de ingresos y
trabajos dignos que solucionen las necesidades de la familia. Más allá de las
dádivas de ocasión o de los ofrecimientos desestabilizadores de la economía,
debemos votar por la seguridad que garantice el mejor futuro para todos.
En consecuencia, al
votar, hagámoslo con ternura, usemos nuestras manos para acercarnos al otro,
para cuidarlo; seamos comprometidos, justos, inteligentes y lógicos, no
olvidemos que sufragando con conciencia y sabiduría estaremos escogiendo la
mejor opción y cooperando para que la realidad cambie y traiga justicia, paz, fraternidad
y solidaridad con todos.
Acudamos a las urnas “con los ojos fijos en El” para que veamos estás
elecciones con los “ojos de Dios” y desde esa mirada asumamos con esperanza
nuestro futuro como País de todos y para todos. · #ComuniquemosEsperanza
Con los ojos fijos en El, en la realidad y la fe es una publicación de
la Comisión ecuatoriana Justicia y Paz, resultado de reuniones periódicas de
los miembros de la Comisión para analizar, reflexionar y proponer alternativas,
a través de estas cartas.
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