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jueves, 27 de febrero de 2020

carta No. 20 - Elecciones y Compromiso Político


Con los ojos fijos en El
en la realidad y la fe


Comisión ecuatoriana Justicia y Paz
carta No. 20 - febrero 2020
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En febrero de 2021, Ecuador elegirá a buena parte de sus gobernantes.  Participar activamente en las actividades sociopolíticas y electorales es un derecho y una obligación que todos tenemos. 
Y cumpliremos esta obligación, la de elegir, sólo cuando nuestra participación sea consciente, libre y responsable. 
La Comisión Ecuatoriana de Justicia y Paz, en miras a este acontecimiento desde su compromiso patriótico y cristiano ha programado una serie de reflexiones y esta es la primera...

Elecciones y Compromiso Político
Para que una persona tenga una actividad consciente, requiere de un Discernimiento.  Discernimiento en el lenguaje común es la habilidad de juzgar sabiamente y ser capaz de escoger inteligentemente entre varias opciones.
Cuando las decisiones a tomarse son políticas y más aún electorales, son más complicadas y difíciles, porque están en juego muchos intereses y ambiciones, y de otra parte está en juego el bienestar o desgracia de toda la población.  Todos somos responsables de todos.
Hay personas, grupos, movimientos y partidos que pretenden captar la voluntad de los electores para tomarse el Poder, y servirse de él para beneficio propio y de sus allegados.  Los candidatos son disfrazados como si fueran cualquier producto o mercancía milagrosa, con la solución a todos los problemas.  Cada candidato 'ofrece el oro y el moro', aun sabiendo que llegando al poder no va a cumplir lo ofrecido.  El peligro de ser engañados, utilizados o corrompidos es muy grave.  El voto y la participación electoral es una responsabilidad de conciencia.  El discernimiento es una herramienta que nos ayuda a decidir cómo tiene que ser nuestra participación política y por quien o quienes debemos votar.
Una gran mayoría de ecuatorianos hemos sido bautizados, y sabemos que el bautismo nos identifica como creyentes y seguidores de Jesucristo, nos hace miembros de la Iglesia y nos consagra para ser testigos y misioneros de la fe que decimos profesar.  Por lo tanto, particularmente para los cristianos, la democracia y la participación ciudadana en la vida pública es una obligación de conciencia.
Para el Papa Francisco, desde la experiencia de Jesucristo, discernimiento significa mucho más que solo la decisión inteligente, es también, la práctica orante de tomar decisiones, estando conscientes de que Dios, si le pedimos, nos ayudará a tomar buenas decisiones, a pesar de que siempre estamos motivados por fuerzas contradictorias o contrarias entre sí.  Unas nos llevan hacia Dios y otras nos empujan para alejarnos de Él: motivos egoístas contra motivos generosos, motivos libres contra los no libres, motivos sanos y saludables contra motivos enfermizos.  Cualquiera que haya tomado una decisión importante conoce esta experiencia.
Así, el discernimiento cristiano, es la habilidad de identificar, ponderar y juzgar claramente cuáles son las fuerzas internas y externas que están interviniendo en mi elección electoral; y finalmente escoger el camino más alineado con los deseos de Dios para cada uno, para la sociedad y para el mundo. 
No todos estamos habituados a poner discernimiento en la práctica de cada día y en las decisiones complejas y más importantes no sabemos cómo actuar; caemos, entonces, en engaños, somos utilizados como 'tontos útiles' y hasta ingenuamente somos corrompidos. ¨ EG
Con los ojos fijos en El, en la realidad y la fe es una publicación de la Comisión ecuatoriana Justicia y Paz, resultado de los Observatorios de Política y Eclesial, que reúnen periódicamente a los miembros de la Comisión para analizar, reflexionar y proponer alternativas, a través de estas cartas.

miércoles, 15 de enero de 2020

carta No. 19 - La Paz: una oveja sin pastor

Con los ojos fijos en El
en la realidad y la fe

Comisión ecuatoriana Justicia y Paz
carta No. 19 - enero 2020
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Cada primero de enero se celebra la Jornada Mundial de la Paz.

Desde hace 53 años, luego de concluido el Concilio Vaticano II, el papa Pablo VI instauró esta celebración anual.

Para este 2020 el papa Francisco propone el tema de "La paz como camino de esperanza: diálogo, reconciliación y conversión ecológica". 

La Paz: una oveja sin pastor

La Paz anda suelta por ahí, todos decimos buscarla aunque nada, o muy poco hacemos por encontrarla.  Está en los discursos.  Está en las mesas de negociaciones.  Deambula por la calle, camina por el campo y la ciudad.  Todos y en todas partes hablamos de ella.  El mundo entero aspira la Paz, pero anda perdida en los laberintos de las ambiciones, rencillas, desencuentros, imposiciones, prepotencias y agravios de unos y otros… esto mientras las pasiones se desbandan y aflora la guerra, el terrorismo, la destrucción.  La Paz es atropellada sin misericordia y por poco liquidada en todo lado.

Allí donde se busca, invoca a la Paz interpela y cuestiona y está en movimiento permanente; ella por si, para sí y ante sí reclama para todos: justicia, equidad, solidaridad…
Sin embargo “La paz, como objeto de nuestra esperanza, es un bien precioso, al que aspira toda la humanidad”, dice el Papa Francisco en su mensaje por la 53 Jornada Mundial de la Paz.  En Ecuador, también todos decimos quererla pero a nos da miedo encontrarla, con seguridad cuestionará nuestra forma de ser, de actuar y de vivir, nos sacudirá a fondo, nos exigirá cambios en nuestra vida, nos interpelará e impedirá que vivamos en acomodo y quemeimportismo.  Mientras se mantenga la injusticia, la explotación, la miseria, la violencia social, el resentimiento, la envidia, la corrupción, la impunidad, el tráfico de influencias, el palanqueo, el irrespeto al prójimo y a la ley, la manipulación extremista… no habrá la paz.  Ésta parece ser cada vez mas esquiva y lejana en nuestro país y en toda América Latina.
La aspiración de paz está muy dentro de cada uno de nosotros, será una realidad cuando aflore y se encarne en el día a día, cuando rompamos las cadenas de la injusticia.  Dejemos que opere el diálogo civilizado, renunciemos a nuestros privilegios, cultivemos el respeto, tendamos puentes para pasar abismos, tamicemos pensamientos para estructurar propuestas encaminadas a buscar, encontrar y efectivizar acciones que construyan en lugar de destruir, y cambien lo que debe cambiarse.  Aunque estos afecten a uno mismo, cuando trabajemos para todos y todos nos sintamos seres humanos acogidos, valorados, apoyados.
Si la paz no nos cuestiona la mente y el corazón esta seguirá siendo una “oveja sin pastor” que solo está en nuestra epidermis, en nuestros sueños, que nos inquieta un momento, pero sigue siendo pasajera, sin un lugar para hospedarse, simplemente pasa de largo, dejando una huella efímera, sin encanto ni compromiso; una intención locuaz de discurso y de foros internacionales.  Dejando frecuentemente, a lo sumo, un sentimiento de frustración y miedo.
¿Quién pastorea a la paz?  ¿Quién o quiénes enseñan, con testimonio, el camino de la paz y su praxis personal y social?  ¿Cómo podemos construir la paz en nuestra familia, trabajo, ciudad, país y continente?
Son preguntas trascendentes frente a las cuales todos estamos obligados a encontrar las respuestas justas.¨  OF

Con los ojos fijos en El, en la realidad y la fe es una publicación de la Comisión ecuatoriana Justicia y Paz, resultado de los Observatorios de Política y Eclesial, que reúnen periódicamente a los miembros de la Comisión para analizar, reflexionar y proponer alternativas, a través de estas cartas.