Con los ojos fijos en
Él
en la realidad y la fe
Comisión
ecuatoriana Justicia y Paz
carta No. 80 – 16 de mayo 2021
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El transporte debe cambiar… ¡ya!
“La calidad
de vida en las ciudades tiene mucho que ver con los sistemas de transporte, que
son a menudo una fuente de mucho sufrimiento para quienes los utilizan… en
muchas ciudades obligan a las personas a soportar condiciones indignas debido
al hacinamiento, la incomodidad y la falta de seguridad” (Papa Francisco, Encíclica Laudato Si’, 153).
Ecuador tiene
221 cabeceras cantonales, 800 parroquias y alrededor de 3.200 rutas operadas
por 225 empresas privadas. La red vial se aproxima a los 42.000 km. Cuenta con
alrededor de 2'150.000 vehículos livianos y 350.000 comerciales. Hay alrededor
de 3'000.000 de conductores con licencia.
La movilidad cantonal está a cargo de los Municipios y las vías
nacionales de la Policía.
En 2019 fallecieron 2.180 personas en las carreteras del país: 84% viajaban en autos particulares y 16% en transporte público. La Agencia Nacional de Transito (ANT) revela que el 38% de fallecimientos se concentraron en 10 cantones y que las cinco principales causas de accidentes son: uso del celular, ver pantallas de video o maquillarse al volante; exceso de velocidad; no mantener una distancia prudente con el vehículo de adelante; cambios bruscos de carril y caminar por zonas inseguras.
El problema del
tránsito, transporte terrestre, seguridad vial y movilidad es inmenso, complejo
y desafiante. Sin duda existen leyes suficientes, no siempre bien aplicadas. Muchas
veces las autoridades se hacen de la vista gorda y los conductores evitan
cumplirlas.
La Asamblea Nacional
que ya feneció, al apuro aprobó una serie de reformas a la Ley de Tránsito,
muchas de ellas buenas y oportunas; pero lamentablemente, otras, quitan o
disminuyen las multas y, lo que es peor, elimina la reducción de puntos de la
licencia por contravenciones lo que se traduce en dejar sin sanción al
conductor cuando por impericia o imprudencia causa accidentes lamentables.
Cada conductor
irresponsable es una potencial 'amenaza' para el pasajero y el peatón. El
irrespeto e indisciplina es el denominador común en las vías de nuestro país. Da
la impresión de que la 'vida no vale nada' y por esa razón se procede,
frecuentemente, con extrema incapacidad, audacia e impericia.
Los buses
urbanos, intercantonales e interprovinciales desafían abrupta y temerariamente
la seguridad ciudadana y vial; circulan sin límites de velocidad y muchas veces
en vehículos en mal estado, con exceso de pasajeros, violando las leyes y sin
atender las señales de tránsito. Rebasan en curvas, corretean, paran donde se
les ocurre. Por otro lado, muchos choferes también viven su propio laberinto,
al ser sobre explotados por los dueños de los vehículos, varios de ellos
dirigentes de las llamadas cooperativas y gremios de la transportación.
Conocemos las
grandes falencias que hay en el transporte, sin embargo, casi nada se hace por
cambiar esta realidad, por el contrario, la población está a merced de las
exigencias y abusos de los dirigentes que manejan e imponen condiciones. Buscan
ventajas lucrativas, sin que les importe la situación de los usuarios. La situación
desastrosa de la transportación pública hace del carro propio, un objeto de
primera necesidad, ocasionando con esto, una congestión automotriz, sobre todo
en las grandes ciudades.
O nos esmeramos en construir un
transporte terrestre que garantice la vida y la seguridad o simplemente nos
sumergimos en el caos, el abuso, el dolor y la muerte. La convivencia diaria
demanda una movilidad segura, un transporte digno, un trato justo, un servicio
decente. Involucrada en este cambio está
la sociedad a través de todos los actores. · #ComuniquemosEsperanza
Con los ojos fijos en El, en la realidad y la fe es una publicación de la Comisión ecuatoriana Justicia y Paz, resultado de reuniones periódicas de los miembros de la Comisión para analizar, reflexionar y proponer alternativas, a través de estas cartas.
Todo lo que está plasmado en la carta tiene razón, esto es debido a que por la ineficacia de las autoridades para tomar cartas en el asunto y dar un freno a tantas muertes en las vías, además de la poca colaboración por parte de la ciudadanía y que, lamentablemente cobra cientos de vidas inocentes por diferentes circunstancias, no obstante, a esta problemática me surgió una duda. ¿Cuáles serían las mejores soluciones por parte de las autoridades desde su punto de vista a este fatídico y cotidiano problema en el país?
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