Con los ojos fijos en El
en la realidad y la fe
en la realidad y la fe
carta No.6
enero
2018
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“Aprenda de Jesús sobre desarrollo integral”
Papa Francisco, 50 aniversario de la encíclica
PopulorumProgressio
Evaluación económica y social del Ecuador
Para analizar la situación económica del Ecuador
de hoy, desde la Doctrina Social de la
Iglesia, debemos
poner énfasis
en la relación entre economía y ética, ya que los
fines de las dos disciplinas están orientadas a la
persona y, por cierto, se ocupan de los medios para alcanzar los objetivos
humanos de bienestar, de interrelación social, de solidaridad y reciprocidad.
En síntesis, la realidad nacional, según información oficial, entre otros indicadores, señala que el
crecimiento del PIB para el 2017 es del 1.5% lo que evidencia una mejora con
respecto al año 2016, pero es importante tomar en cuenta que el crecimiento
nacional promedio de los tres últimos años no llega al 0.5%, lo que significa una
posición de recesión interna y regional, superando solo a Venezuela, cuya
situación es evidentemente crítica. Esta falta de dinámica económica
y sus consecuencias sociales es consecuencia de la carencia de políticas de estado, reformas económicas
estructurales, ordenamiento de las finanzas públicas, medidas de política
económica de corto plazo, exagerado gasto público y de endeudamiento externo y por sobre
todo cálculo político en lugar de agenda económica ética y social.
En relación con la Deuda Externa, indican, que el
porcentaje con relación al PIB a diciembre de 2017 sería superior al 60%,
cuando internacionalmente se recomienda que no debe ser mayor al 40%; la
amortización de capital que habrá de hacerse en el 2018 por este concepto será
de USD 3.909 millones y de intereses de USD 2.534 millones, lo que implica que
más del 18 % del presupuesto del estado para este año saldrá del país, restando
la posibilidad de emprender en proyectos que mejoren el bienestar y nivel de
vida de los ecuatorianos. El nivel de deuda por persona es de USD 3.695.
El déficit fiscal registrado en el Presupuesto General
del Estado está en el orden de los USD 4.102 millones de dólares y si se
incluye el pago de obligaciones supera los ocho mil millones, esto evidencia
que las declaraciones de austeridad en
el manejo de los fondos públicos quedan en el discurso, mientras en la práctica
el dispendio es igualmente oneroso al periodo anterior, , no existe
priorización de gastos que el país requiere con urgencia y cada vez se pretenden
crear más y mayores tasas impositivas sin racionalizar su uso y administración,
con excepción del bono de desarrollo humano, al que se le ha puesto un nuevo tope superior al
anterior, no es una forma adecuada de redistribución, pero si es una medida asistencial,
en algunos casos justificable y hasta necesaria.
Es urgente la renegociación de la deuda externa que
disminuya su costo financiero y alarguen los plazos de pago, junto a otras
medidas que conlleven un incremento del empleo y reducción efectiva de la
pobreza.
La pobreza en el Ecuador registra un porcentaje del
23.1%, afecta a 4´042.500 habitantes y la población en pobreza extrema, es de 8.4%,
esto significa 1´435.500 personas en condiciones infrahumanas. Sin embargo, la
pobreza de ingreso habría disminuido, pero la pobreza cultural no, basta ver los
niveles de violencia doméstica y de género, los accidentes en las mejoradas
obras de infraestructura vial y los niveles de corrupción a todo nivel.
El empleo adecuado es del 40.4%, mientras el desempleo
se ubicaría en 4.1%, según cifras oficiales, según otras fuentes este sería de
alrededor del 6%. El ingreso per cápita, bordea los USD 6 mil dólares, bastante
similar al de Colombia, pero inferior al de Perú que se sitúa por sobre los USD
9 mil dólares.
La Canasta familiar básica sobrepasa los USD 700
dólares y la vital está en USD 497,83 dólares a octubre 2017, considerando un
grupo familiar de cuatro miembros y un salario básico unificado que acaba de
subir de 375 a 386 dólares.
El índice de desarrollo humano (IDH), indicador que
considera parámetros esencialmente sociales, ubica al Ecuador en el puesto 89
de entre 188 países, según información del Programa de Naciones Unidas para el
Desarrollo (PNUD), en su Informe del 2016.
La falta de un marco jurídico que otorgue confianza a
la inversión nacional y extranjera no permite elevar los niveles de producción
interna, consecuentemente, cada vez hay más escasez de alimentos en los
mercados de las ciudades, generándose alzas en los precios. Esto también afecta
a las exportaciones, al no elevarse los niveles de productividad y
competitividad unido a la elevada estructura de costos por el manejo del dólar,
mantienen al país con una balanza comercial desfavorable. La solución ensayada
al respecto, no han mejorado la estructura productiva del país, más bien
algunas han favorecido el contrabando y desincentivado la producción.
Lo más escandaloso: la corrupción y la desinstitucionalización
han influido negativamente en el país, desestabilizando el ambiente económico y
social interno y generando una proyección negativa de la imagen hacia la región
y el mundo.
Es urgente la desvinculación ideológica en el manejo
económico y el abandono del modelo populista, una conducción técnica de la
economía, con objetivos claros y fortalecimiento de la institucionalidad que
lleven a la sostenibilidad interna y a la participación del país en la economía
global de mercado.
De acuerdo con la Encíclica Laudato Si, “los países
pobres necesitan tener como prioridad la erradicación de la miseria y el
desarrollo social de sus habitantes, aunque deban analizar el nivel escandaloso
de consumo de algunos sectores privilegiados de su población y controlar la
corrupción.” (Laudato Si, 172). Es importantísimo, emprendamos una acción
enérgica, sostenida, universal, que se convierta en política de estado, para
reeducarnos en un sistema de vida más austero, solidario, activo y
participativo que garantice una vida digna para las presentes y futuras
generaciones.
Nuestra realidad parece estar distante de la prioridad
señalada por Francisco y por cierto no se acoge a la propuesta del desarrollo
integral en los términos aceptados por la Doctrina Social, que en palabras del
recordado Paulo VI trata del desarrollo de todos los hombres y de todo el
hombre, este es único modo de que la economía cumpla con su misión ética y
social.
Coordinadora: María Herrera - Relator: Andrés León
Observatorio Político
Con los
ojos fijos en El, en la realidad y la fe es una publicación de la
Comisión ecuatoriana Justicia y Paz, resultado de los Observatorios de Política
y Eclesial, que reúnen periódicamente a los miembros de la Comisión para
analizar, reflexionar y proponer alternativas, a través de estas cartas.
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