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viernes, 12 de enero de 2018

carta No.6 - Evaluación económica y social del Ecuador




Con los ojos fijos en El 
en la realidad y la fe

carta No.6 
enero 2018
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“Aprenda de Jesús sobre desarrollo integral”
Papa Francisco, 50 aniversario de la encíclica PopulorumProgressio

Evaluación económica y social del Ecuador




Para analizar la situación económica del Ecuador de hoy, desde la Doctrina Social de la Iglesia, debemos poner énfasis en la relación entre economía y ética, ya que los fines de las dos disciplinas están orientadas a la persona y, por cierto, se ocupan de los medios para alcanzar los objetivos humanos de bienestar, de interrelación social, de solidaridad y reciprocidad.



En síntesis, la realidad nacional, según información oficial, entre otros indicadores, señala que el crecimiento del PIB para el 2017 es del 1.5% lo que evidencia una mejora con respecto al año 2016, pero es importante tomar en cuenta que el crecimiento nacional promedio de los tres últimos años no llega al 0.5%, lo que significa una posición de recesión interna y regional, superando solo a Venezuela, cuya situación es evidentemente crítica.  Esta falta de dinámica económica y sus consecuencias sociales es consecuencia de la carencia de políticas de estado, reformas económicas estructurales, ordenamiento de las finanzas públicas, medidas de política económica de corto plazo, exagerado gasto público y de endeudamiento externo y por sobre todo cálculo político en lugar de agenda económica ética y social.



En relación con la Deuda Externa, indican, que el porcentaje con relación al PIB a diciembre de 2017 sería superior al 60%, cuando internacionalmente se recomienda que no debe ser mayor al 40%; la amortización de capital que habrá de hacerse en el 2018 por este concepto será de USD 3.909 millones y de intereses de USD 2.534 millones, lo que implica que más del 18 % del presupuesto del estado para este año saldrá del país, restando la posibilidad de emprender en proyectos que mejoren el bienestar y nivel de vida de los ecuatorianos. El nivel de deuda por persona es de USD 3.695.



El déficit fiscal registrado en el Presupuesto General del Estado está en el orden de los USD 4.102 millones de dólares y si se incluye el pago de obligaciones supera los ocho mil millones, esto evidencia que  las declaraciones de austeridad en el manejo de los fondos públicos quedan en el discurso, mientras en la práctica el dispendio es igualmente oneroso al periodo anterior, , no existe priorización de gastos que el país requiere con urgencia y cada vez se pretenden crear más y mayores tasas impositivas sin racionalizar su uso y administración, con excepción del bono de desarrollo humano, al  que se le ha puesto un nuevo tope superior al anterior, no es una forma adecuada de redistribución, pero si es una medida asistencial, en algunos casos justificable y hasta necesaria.



Es urgente la renegociación de la deuda externa que disminuya su costo financiero y alarguen los plazos de pago, junto a otras medidas que conlleven un incremento del empleo y reducción efectiva de la pobreza.



La pobreza en el Ecuador registra un porcentaje del 23.1%, afecta a 4´042.500 habitantes y la población en pobreza extrema, es de 8.4%, esto significa 1´435.500 personas en condiciones infrahumanas. Sin embargo, la pobreza de ingreso habría disminuido, pero la pobreza cultural no, basta ver los niveles de violencia doméstica y de género, los accidentes en las mejoradas obras de infraestructura vial y los niveles de corrupción a todo nivel.



El empleo adecuado es del 40.4%, mientras el desempleo se ubicaría en 4.1%, según cifras oficiales, según otras fuentes este sería de alrededor del 6%. El ingreso per cápita, bordea los USD 6 mil dólares, bastante similar al de Colombia, pero inferior al de Perú que se sitúa por sobre los USD 9 mil dólares.



La Canasta familiar básica sobrepasa los USD 700 dólares y la vital está en USD 497,83 dólares a octubre 2017, considerando un grupo familiar de cuatro miembros y un salario básico unificado que acaba de subir de 375 a 386 dólares.



El índice de desarrollo humano (IDH), indicador que considera parámetros esencialmente sociales, ubica al Ecuador en el puesto 89 de entre 188 países, según información del Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), en su Informe del 2016.



La falta de un marco jurídico que otorgue confianza a la inversión nacional y extranjera no permite elevar los niveles de producción interna, consecuentemente, cada vez hay más escasez de alimentos en los mercados de las ciudades, generándose alzas en los precios. Esto también afecta a las exportaciones, al no elevarse los niveles de productividad y competitividad unido a la elevada estructura de costos por el manejo del dólar, mantienen al país con una balanza comercial desfavorable. La solución ensayada al respecto, no han mejorado la estructura productiva del país, más bien algunas han favorecido el contrabando y desincentivado la producción.



Lo más escandaloso: la corrupción y la desinstitucionalización han influido negativamente en el país, desestabilizando el ambiente económico y social interno y generando una proyección negativa de la imagen hacia la región y el mundo.



Es urgente la desvinculación ideológica en el manejo económico y el abandono del modelo populista, una conducción técnica de la economía, con objetivos claros y fortalecimiento de la institucionalidad que lleven a la sostenibilidad interna y a la participación del país en la economía global de mercado.



De acuerdo con la Encíclica Laudato Si, “los países pobres necesitan tener como prioridad la erradicación de la miseria y el desarrollo social de sus habitantes, aunque deban analizar el nivel escandaloso de consumo de algunos sectores privilegiados de su población y controlar la corrupción.” (Laudato Si, 172). Es importantísimo, emprendamos una acción enérgica, sostenida, universal, que se convierta en política de estado, para reeducarnos en un sistema de vida más austero, solidario, activo y participativo que garantice una vida digna para las presentes y futuras generaciones.



Nuestra realidad parece estar distante de la prioridad señalada por Francisco y por cierto no se acoge a la propuesta del desarrollo integral en los términos aceptados por la Doctrina Social, que en palabras del recordado Paulo VI trata del desarrollo de todos los hombres y de todo el hombre, este es único modo de que la economía cumpla con su misión ética y social.




Coordinadora: María Herrera  -  Relator: Andrés León

Observatorio Político

Con los ojos fijos en El, en la realidad y la fe es una publicación de la Comisión ecuatoriana Justicia y Paz, resultado de los Observatorios de Política y Eclesial, que reúnen periódicamente a los miembros de la Comisión para analizar, reflexionar y proponer alternativas, a través de estas cartas.


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